Es común actualmente ver en los impresos que se imprimen en tipografía un excesivo abuso de la presión. Esto denota un desconocimiento por parte del que así lo hace, de lo que es imprimir por este sistema que fué el «arte» de la imprenta y a los impresores se les consideró «maestros «.
La presión en una prensa tipográfica ya sea plana o cilíndrica, es la fuerza de pisada que necesita la máquina para plasmar sobre el soporte, el contenido del molde que se ha impuesto en la rama (forma) y que junto con el entintado del mismo por medio de los rodillos dadores transmiten los textos o las imágenes al papel.
Es pues importantísimo el saber graduarla para cada tipo de trabajo y nunca debe «clavar» por el dorso del impreso. El maquinista que por medio de una presión justa y el dominio perfecto de los diferentes tipos de arreglos conseguía unas buenas impresiones era bien valorado y se le consideraba un buen impresor.
Cada tipo de papel necesitaba un ajuste diferente en la presión, dependiendo también del molde a imprimir. Los papeles estucados o couchés necesitaban un cuidado especial en la presión porque acusaban por el dorso el exceso de la misma con facilidad, por contra los apergaminados, te pedían más presión y tinta porque además despues del golpe de impresión el mismo papel solia disimular su exceso y también era un tipo de impresión que con un poco más de presión no afeaba el resultado final del impreso. En todo el diferente abanico de soportes a imprimir (papeles de diferente gramajes, cartulinas, sobres, bolsas, etc.) el impresor debía conocer en su prensa la cama idónea y la presión adecuada para cada uno de ellos.
El exceso de presión tenía como consecuencia también el contínuo desgaste del ojo de los tipos, especialmente los de rasgos, que incluso se solían romper, como los de escritura inglesa que eran caros de reponer. Los problemas en la impresión eran frecuentes; uno de los síntomas del desagradable «remosqueo» era también el exceso de presión. Los impresos con filetaje tipo facturas, albaranes, estadillos, etc. eran otro tipo de trabajos en los que la presión había que graduar con mucho cuidado. Solamente algunos soportes de gramaje grueso y a la vez de material moldeable eran adecuados por medio de dar más presión crear una huella más profunda tanto entintada como en seco.
En resumen, en tipografía la huella que deja la presión en el papel deberá ser todo lo más disimulada posible o no existir, el exceso de presión en un impreso como el de tinta (eso ya es otra cuestión), denota en el impresor una falta de conocimiento en su graduación y ajuste. Es muy fácil darle presión a la prensa hasta que por…narices imprima, pero eso no es imprimir en tipografía.
Somos tipógrafos en Italia de tres generacions, del 1914. Somos de otorgo sobre la presión de prensa. El moderno «letterpress» no es imprime tipográfico!
Renato he visto tu comentario, y me alegra saber que sois tres generaciones de tipografos. desde Godella (Valencia) España.
Un afectuoso Saludo. Alfredo